viernes, 8 de junio de 2012

Crítica


RESERVOIR DOGS (1992)
o “Perros de la Calle” – 99 minutos.
Dirigida por Quentin Tarantino.
Reparto: Harvey Keitel, Tim Roth, Michael Madsen, Chris Penn, Steve Buscemi, Lawrence Tierney, Edward Bunker, Quentin Tarantino

La tensión será única durante toda la película y queda bien claro en la primera escena. El público es bienvenido a una conversación amistosa entre hombres en una cafetería. Por una discusión inocua, se deja entrever la fibra nerviosa de cada personaje, todos ladrones, aclarando también al final la jerarquía dentro del grupo.
Una breve tanda de créditos y la parte en tiempo real de la historia obliga al espectador a pegarse a la pantalla: un auto a toda velocidad y en él un herido de bala se desangra en el asiento de atrás. Un crimen ha salido mal, y el espectador será el último en armar el rompecabezas.
Reuniones dentro del crimen organizado, historias, viejos arreglos, viejos “trabajos”, apodos… Todo lo necesario a saber de cada personaje se va desarrollando en flashbacks que complementan a la historia que ocurre en tiempo real.
“Reservoir Dogs” es un cuidadoso muestrario de ladrones; de la forma de reaccionar de cada uno ante una situación particular: uno de ellos debe ser una “rata”, un policía entre los ladrones, dado que han sido emboscados. Haciendo uso de truculentos recursos, Tarantino mantiene el suspenso hasta los últimos cuadros, donde se concluye en un standout mexicano de tres hombres y, muy sobre el final, la última pieza del rompecabezas.
Los personajes son llevados muy cómodamente por los actores seleccionados, llegando a ser un excelente desarrollo de perfiles.
Sin duda, un primer paso fuerte en el cine para Quentin Tarantino, que ya marcaría su impronta del oeste americano, con la atmosfera polvosa y reseca y una más que generosa cuota de sangre.

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